La hombre

Conozco yo a un muchacho,

a un miembro viril pegado,

que casi siempre pilla cacho,

que vive para el pecado.

 

Cierto día el susodicho,

conoció a su gran amor,

era su dulce capricho,

un regalo del señor.

 

Aunque yo siempre decía,

que esa chica era muy rara,

mi amigo me respondía,

no me des tanto la vara.

 

No es por sacarte de quicio,

ni quiero dejarte en cueros,

ayer la vi en el servicio,

pero en el de caballeros.

 

Espero que no te alteres,

cuando sepas la verdad,

pues quizá esta te asombre.

 

La mujer que tanto quieres,

que se hace llamar Soledad,

es Manolo y es un hombre.

Nuevos placeres

Después de tantos años,

de idilios y de conquistas,

de amores y desengaños,

de portadas de revistas.

 

Jamás pude imaginar,

que te cambiarás de bando,

de ser Cris la sexy-star,

y ahora llamarte Armando.

 

Con lo exquisita que tú eras,

al elegir tus parejas,

te gustaban con carrera,

y pendiente en las orejas.

 

Ahora te van otros rollos,

flirteas con las mujeres,

te mola mazo hacer bollos,

y descubrir nuevos placeres.

 

Dices que esto te descontrola,

que quemas adrenalina,

y no te duele la muñeca.

 

Que ya no añoras mi cola,

pues tienes una vagina,

que te está esperando en Chueca.

Con faldas y a lo loca

Ha acabado el siglo veinte,

hora de hacer inventario,

más de un millón de gente,

ya ha salido del armario.

 

No les gustan los insultos,

ellos son homosexuales,

solo piden buenos bultos,

y relaciones anales.

 

Esta de moda la pluma,

no se puede andar por Chueca,

lo mismo encuentras al Puma,

como al Chaval de la Peca.

 

Y no es que la tele sea mala,

prueba a cambiar de canal,

si no te va Antonio Gala,

mira a Víctor Sandoval.

 

Los hay que lo disimulan,

y fingen ser muy varones,

aunque luego les enculan,

y les dejan moratones.

 

Todos visten muy hortera,

los pelos engominados,

siempre van por la otra acera,

con aire de afeminados.

 

¡Dónde vamos a llegar!

como siga así España,

yo dejo de ser hetero.

 

No me vayan a pillar,

por detrás a toda caña,

y me rompan el gujero.

Las lumis

Vaya problema tenemos,

con los clubes de carretera,

¡a ver donde las metemos

a las lumis de Montera!

 

Ellas piden sus derechos,

quieren currar con contrato,

aunque tengan buenos pechos,

pueden tener aparato.

 

Ellas viven muy contentas,

las hay que hasta dan el pego,

unas piden mil quinientas,

y otras medio talego.

 

Las hay rubias y morenas,

las hay indias y mulatas,

aunque algunas estén buenas,

solo son putas baratas.

 

Llevan la ropa trapera,

algunas enseñan el culo,

si las tocas una pera,

pues ellas llaman al chulo.

 

Las mujeres indignadas,

ya no se fían un pelo,

de lo que dicen sus teles.

 

Cuando ven por sus ventanas,

a un magnífico travelo,

enculando al padre Apeles.

Primavera

Qué calor hace en las calles,

también en parques y aceras,

que multitud de detalles,

florecen en Primavera.

 

¡Quién fuera roja amapola!

Para crecer en tu campo,

¡Quién fuera una caracola!

Para que escuches mi canto.

 

Los pájaros pían felices,

mirando a las muchachas,

en vez de picar lombrices,

las picotean entre las cachas.

 

Y los viejetes disfrutan,

viendo esos culos con tanga,

como ya no van de putas,

pues le dan a la mandanga.

 

Así es todos los años,

el comienzo del verano,

llegan los desengaños,

y los callos en la mano.

Tus tetas

Para Rocha, al 50%

 

Las hay grandes y delgadas,

las hay que hasta tienen pelo,

las hay que son abogadas,

las hay que llegan al suelo.

 

Algunas son redonditas,

otras con forma de pera,

unas grandes y blanditas,

otras duras cuan madera.

 

Unos lo llaman pecho,

otros lo llaman teta,

da igual, te ponen derecho,

y revientas la bragueta.

 

Las hay de todos los tipos,

algunas lo llevan tuerto,

uno mirando a Moncloa,

y el otro al Aeropuerto.

 

Yo los miro bajo el sol,

cuando estoy en la playa,

babeo como un caracol,

cuanto mayor es la talla.

 

Las tetas mueven el mundo,

incluso hasta el universo,

te tocan lo más profundo,

y yo te lo digo en verso.

Manuela

Después de un domingo rutinario,

me acordé de los tiempos de la escuela,

no se si ya, habras salido del armario,

para mi en lugar de Lolo eras Manuela.

 

Yo nunca quise decir nada,

de tus pintas de Juan «el golosina»,

aquello que en tus tiempos fue pomada,

ahora lo llamamos vaselina.

 

Y es que desde jovencito,

meneabas tus tacones,

de discoteca en discoteca.

 

Me ha contado un pajarito,

que ahora rompes corazones,

en los garitos de Chueca.

La luna se cabrea

Entre tanto, la muerte se venga del olvido,

los mares dolidos lloran olas,

se le acaban las flechas a cupido,

y se marchitan las negras amapolas.

 

El cielo despide sin pudor a las estrellas,

mientras el cristal de mi ventana sigue opaco,

las esquinas se llenan de doncellas,

que trabajan para un tal “hombre del saco”.

 

Y la luna ya no sale y se cabrea,

porque el sol, la engañao con una nube,

y se mira en el espejo y se ve fea.

 

Mientras tanto aprovechan los planetas,

y justo cuando el sol baja, ellos suben,

a comerle a la luna to las tetas.

Indecisión

Que momentos de eterna indecisión,

cuando te tumbas junto a tu pareja,

no sabes si quitarte el pantalón,

o subírtelo hasta las orejas.

 

Si la tocas: -Tengo sueño,

si la abrazas: -Que te pica,

si te la sacas: -Que pequeño,

si te duermes: -Que marica.

 

Finge y di que estas fatal,

y haz siempre lo contrario,

si esa noche quieres movida.

 

Aunque a veces salga mal,

y en el salto del armario,

ella se quede dormida.

En tu agujero

Que pena convertirte en un esclavo,

del sexo anal tan solo por dinero,

mírame a mi, tampoco tengo un chavo,

y tengo bien tranquilo mi agujero.

 

Tu que siempre presumías de ser un macho,

incluso a veces me llamabas mariquita,

con tu ronca voz y tu mostacho,

y debajo de ese traje tu tanguita.

 

Deja de una vez de aparentar,

y para ya de hacerte el chulo,

no hagas mas de tripas corazón.

 

Que a este paso vas a reventar,

pues tienes un boquete en el culo,

igual que la bandera de Japón.