Sonetos que arrastra el viento,

volar todos sin pensar,

por si luego me arrepiento,

de haberos dejao marchar.

 

Huir de mí, de repente,

donde no os pueda sentir,

que si volvéis a mi mente,

nunca más vais a salir.

 

Sois el pájaro que anida,

fina arena de mi mar,

las piedras de mi tejado.

 

Sois la salsa de mi vida,

con vosotros quiero estar,

pues me habéis enamorado.