Te vi una noche por Chueca,

tan risueña y presumida,

con tu cara de muñeca,

tan dulce y tan atrevida.

 

Nada mas vernos conectamos,

derrochamos alegría,

nos miramos y besamos,

y ocupamos la Gran Vía.

 

Pero este mundo es injusto,

y es que a mi niña gitana,

no le gustan los gitanos.

 

No digas que no te gusto,

que si tú eres lesbiana,

yo me convierto en lesbiano.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *