Ayer me pasó algo infantil,
me pararon de repente,
era la Guardia Civil,
creyéndome un delincuente.
Después de la detención,
vinieron las amenazas,
me dieron un bofetón,
y me llamaron “nenaza”.
Es muy cierto lo que digo,
nuestras fuerzas del estado,
están peor que una cabra.
Pero no os crucéis conmigo,
que yo siempre voy armado,
y mato con la palabra.
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