Hace tiempo que escribí estos versos con la única esperanza de que alguien los leyera.
Aunque parezcan absurdos y sin sentido (que puede que lo sean), para el «padre» de ellos, un humilde servidor, son de un valor incalculable.
¿Qué como un puñado de letras escritas casi al azar pueden ser valiosas? Pues muy sencillo: porque cada una de estas palabras y frases llevan detrás una historia, un sentimiento y, sobre todo, un recuerdo.
Cuando leo estas estrofas me transportan al pasado y me ayudan a no olvidar lo que fui y a recordar a aquellos que estuvieron a mi lado, incluso en etapas muy cortas de mi vida. Pero si aparecen aquí es porque algo me aportaron.
Y antes de decir adiós no me olvidaré de dar las gracias a todos aquellos que me han ayudado (sin pedir nada a cambio) a que mi sueño, 15 años después, se hiciera realidad.
David Sánchez Sanchidrián «Chuster»
Coslada, Noviembre de 2015