La constancia esta vez no dio sus frutos,

y volviste a quemar tu cucharilla,

que alegría cuando solo eran canutos,

y ahora andas to tirao en las Barranquillas.

 

Que coño se pasó por tu cabeza,

si la vida siempre te ha ido bien,

que pena cuando te veo con tu cerveza,

pidiendo pa una dosis en el tren.

 

Déjate de monos y de sida,

que dios aprieta pero no ahoga,

cuanto mas te lo tendré que repetir.

 

Empieza de nuevo tu vida,

y deja de una puta vez la droga,

que tus viejos no paran de sufrir.