Por las noches en la Casa de Campo

 

Cuando hablamos de parejas,

ellos son Roberto y Juan Antonio,

risas, humo, whisky, quejas,

más que dos, un matrimonio.

 

Se pasan los días riendo,

y burlándose de su entorno,

o matan las tardes viendo,

alguna película porno.

 

Las lumis ya los conocen,

son un par de mujeriegos,

no hay finde que no la rocen,

y a la vez se pongan ciegos.

 

Roberto es bajito y con patillas,

Juan muy selecto en su ropa,

a uno le van las pastillas,

y al otro le va la farlopa.

 

Aunque a veces toca discutir,

en algún momento inoportuno,

su amistad no han de partir,

siguen siendo dos en uno.

 

Aunque ambos son sensibles,

por la parte que les toca,

también son incompatibles.

 

No son nada susceptibles,

juntos son como una roca,

dura, fuerte, indivisible.