El tiempo imparable curtirá mi piel,

mientras en algún rincón oscuro,

el odio sin pudor liba la miel,

que separa nuestros cuerpos como un muro.

 

Por fin olvidé mis pecados banales,

el miedo ha quebrado mi alegría,

los besos con pasión en los portales,

florecen mi cruel melancolía.

 

Intento asesinar a la tristeza,

que día a día me invade el corazón,

pero dentro de poco tengo la certeza,

que el dolor dará paso a la razón.

 

Y en mi pecho volverán a nacer flores,

y volverán de nuevo las ganas de vivir,

y llenaré mi casa de risas y colores.

y oiré retumbar con fuerza mi latir.

 

pero luego llegará otra vez la tormenta,

las nubes cubrirán mi cielo,

y me esconderé como un caracol.

 

Aunque quizá luego me arrepienta,

al recordar el brillo de tu pelo,

y volverá a salir el sol.