De nuevo tu maldita indecisión,

a terminado cansando a mis neuronas,

esa falda al compás del reggaeton,

no se lleva con el rock de mis litronas.

 

Y no eches la culpa a mi cola,

diciendo que no es “black and decker”,

ni compares tus fotos del “Hola”,

con los dulces sonetos de Becker.

 

Que cuando se deja de amar,

no existen buenos ni malos,

ni victimas ni verdugos.

 

¡Solo pido que se vuelvan a juntar!

mi chorizo de cantimpalo,

con tus lonchas de jabugo.