Susurrándote palabras en tu oído,

te cuento que lo nuestro ha terminado,

sabes bien que doy mas de lo que pido,

y que no exijo cuentas al contado.

 

Tu dices que no ha sido para tanto,

que esto no es más que otra disputa,

se muy bien que yo no soy un santo,

ni tu eres Teresa de Calcuta.

 

Antes que más discusiones,

nos hagan perder la razón,

prefiero una despedida.

 

Mira bien por los rincones,

que guarda tu corazón,

y veras que aun queda vida.