Me acuerdo cuando te conocí,

esa noche no había pillado cacho,

me enamoré en cuanto te vi,

tu pensarías joder otro borracho.

 

Aquella no fue una gran velada,

yo venia hasta el culo de cervezas,

tu cara era blanca e iluminada,

tu cuerpo verde de los pies a la cabeza.

 

Al poco de charlar ya conectamos,

y agarrado a tu cintura te conté,

que jamás te iba a dejar sola.

 

No recuerdo si aquella noche nos casamos,

solo se que al día siguiente desperté,

sonriente y abrazado a una farola.