Hubo un tiempo que fuimos los mejores,

en el que el sol salía para todos,

pasábamos de leyes y de amores,

siempre hincando algo más que los codos.

 

Entonces la suerte nos sonreía,

las horas eran largas y felices,

el culo de la Mamen, poesía,

en el que yo escribía mis deslices.

 

Tocábamos las estrellas con las manos,

nuestro sueño era la dulce realidad,

jugábamos a indios y a romanos,

conocimos el valor de la amistad.

 

Formamos entre todos una banda,

podíamos provocar una estampida,

el Tito y sus colegas ¡vaya panda!

apártate si no quieres movida.

 

En la escuela como siempre suspensos,

en la calle nos daban el aprobado,

vivíamos entre faldas y teoremas.

 

El arco, por si acaso, siempre tenso,

y robar en algún supermercado,

eran nuestros únicos problemas.