Toc, toc, sonó en la ventana,
y aparecióseme Satanás,
“Abre y te canto una nana”
“No, no, que me engañarás”

Al momento se encontraba,
sentado en mi habitación,
y cara a cara me contaba,
su apurada situación.

“Yo era la mano derecha,
de ese que llamáis Señor,
le recogía la cosecha,
le tendía el bañador”

“Hasta que ese gran favoritismo,
lo convertí en rebeldía,
cambiando su buen fascismo,
por mi tímida anarquía”

“Ahora caro estoy pagando,
por imponer mis ideas,
en el infierno allí donde yo mando”

“No hay conflictos ni peleas,
ni existen guapas ni feas,
ni se vive machacando”

“Como ves soy muy normal,
tú estás aquí de testigo,
si algún día algo va mal,
aquí tienes un amigo”

Por eso si aquí no hay amor,
alguien me pone los cuernos,
o llueve al amanecer.

Yo me cojo el ascensor,
y me bajo a los infiernos,
con mi amigo Lucifer.